Archivo

Archive for the ‘Lic. Liliana Pugliese’ Category

Adolescencia: confrontación entre generaciones

abril 17, 2011 3 comentarios
por Lic. Liliana Pugliese
lilianapugliese@yahoo.com.ar
“El adolescente es un ser extraño, inocente como un ángel, orgulloso como un príncipe, valiente como un héroe, vanidoso como un pavo real, perezoso como un asno, indomable como un toro irritable como una damisela” 

Stanley Hall

A.D.H.D y subjetivación

septiembre 4, 2009 33 comentarios

por Lic. Liliana Pugliese


“Chicos bien quietitos
chicos calladitos, esos si que eran los de antes,
ahora somos piojos delirantes,
aunque a veces no les guste a los grandes”
Canción: Piojos y Piojitos

En nuestros tiempos un modo de violencia tiene que ver con  los tratamientos en los que  a partir de una “clasificación” podríamos comprender  la patología que sella y define a un niño.  Cuando el modo de contención  se puede dar a través de una “pastilla mágica”, entramos en un  terreno preocupante. La aplicación masiva del diagnóstico médico de “Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad” es  alarmante en estos días. Leer más…

Los límites: una cuestión de amor

abril 14, 2009 24 comentarios

por Lic. Liliana Pugliese

Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de para en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que por su bien, hay que domesticar.

Niño,
Deja  ya de joder con la pelota.
Niño,
Que eso no se dice,
Que eso no se hace,
Que eso no se toca.

“Esos locos Bajitos”
Letra: Joan Manuel Serrat

La letra de la canción describe una situación diaria en el momento en que un padre pone límites a su hijo. Pautas que regirán la vida del niño en esa cultura y que le permitirán la inserción en la sociedad. Pero ¿Qué es un límite? Tanto se ha hablado acerca de los límites en los últimos tiempos, que se ha malinterpretado su sentido. Abordar este tema constituye un gran desafío para los padres. ¿Es necesario poner límites? ¿Cuándo empezar? Los límites, son una cuestión de amor, son mensajes de amor. Poner límites es enseñarle a nuestro hijo que no todo es ahora, que algunas cuestiones tienen y pueden esperar, que hay cosas que puede hacer y otras que no. Otorgan seguridad y contención y es en este acto donde se juega nuestra necesidad de contenerlos. Representan un borde que delimitan el camino. Los límites ayudan a tolerar la espera y la frustración y deben funcionar a modo de anticipación, guiando sus futuras conductas, haciéndole conocer qué se espera de ellos, no siendo de esa manera un castigo ni una prohibición. Por otro lado, son necesarios y lo ayudan a crecer. El límite es un organizador y su antecesor es el “No”. Spitz en su teoría, destaca tres organizadores del psiquismo humano fundamentales durante el desarrollo del niño. El primero de ellos es la “sonrisa social”, se entiende como la respuesta ante la presentación del rostro humano y es signo de la constitución de la etapa pre-objetal, fin del período de mayor indiferenciación y desamparo. Dicha respuesta, se presenta aproximadamente al llegar a los tres meses y su aparición es imprescindible para la constitución del objeto, el cual se consolida al aparecer la “angustia del octavo mes” y es el segundo organizador. Leer más…